martes, 16 de abril de 2013

Terror en las Calles de Boston


Ayer a última hora de la tarde nos encontramos con una noticia que ninguno nos podríamos creer. En la celebración de la Maratón más antigua de los Estados Unidos, volvió el terror que teníamos un poco olvidado y en Estados Unidos volvieron los fantasmas del 11S. En mitad de la celebración de la mítica maratón, tuvieron lugar dos explosiones, una prácticamente en la meta de la carrera y la segunda a pocos metros de la llegada.


La explosión sorprendió a todos los corredores que llegaban a meta celebrando el éxito de terminar la mítica carrera, sonriendo al ver la meta, ninguno se esperaba el trágico final que les esperaba.
Fueron tan solo un momento, decían algunos de los corredores que vivieron ese momento, se quedaron paralizados, según dicen tenían la sensación de estar recibiendo cañonazo, de repente al girar sus cabezas comenzaron a ver gente llena de sangre y corredores mutilados, el pánico se apodero de las calles, los corredores que llegaban a la meta después de las explosiones, trataban de ayudar a los heridos haciendo torniquetes con sus propias camisas. Ayer fue un día de autentico horror que muchos no podrán olvidar nunca.


La carrera contaba con más de 23.000 corredores de los cuales 140 fueron heridos por las explosiones con diferentes mutilaciones y 3 fallecieron al instante de la explosión, uno de los fallecidos era un niño de apenas 8 años de edad, 4.300 corredores no pudieron finalizar la mítica prueba.

Duele ver estas imágenes, como ciertas personas pueden acabar con la vida de tanta gente inocente que tan solo estaban disfrutando de un evento deportivo centenario, superando sus miedos, sus limites, conociéndose a si mismo en cada paso de esa maratón, disfrutando del aliento de las personas que se reunían en las calles para disfrutar del evento, llegando a meta con la felicidad de haber conseguido un echo histórico, descubriendo la felicidad de haber logrado su meta, disfrutando de su victoria personal.

Hoy es un día triste un día en el que todo estamos llorando por las victimas del os atentados y rogando que no se vuelva a repetir, que nadie nos quite el derecho de correr una maratón de disfrutar, cada paso, que nadie nos quite nuestras ganas de disfrutar, nuestras ganas de vivir.

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