Después de una semana dura, con 30km de running en mis piernas, tenía que terminar mi último entrenamiento, con muchas ganas, con energía y disfrutando sin preocuparme del tiempo, sólo disfrutando de cada paso.

Hoy pensaba que me levantaría con un día espectacular con un sol como ayer, pero fue correr las cortinas y descubrir un día completamente encapotado, lo que hizo alegrarme más de las vistas que tenía, todo el cielo nublado y con una ligera lluvia, un subidón de energía me recorrió todo el cuerpo, tenía ganas de correr, de quemar energía y tener la posibilidad de hacerlo bajo la lluvia era un punto de motivación más para salir.

Como no tenía pensado salir con lluvia, no venía preparado con chubasquero para correr por las  calles y caminos de Torrejón, pero daba igual, me calce mis Skechers GoRun y salimos a disfrutar de la lluvia.

Los primero kilómetros con el asfalto mojado se tornaba un poco peligroso, ya que en determinadas zonas el pavimento era muy resbaladizo y tenía la sensación de no ir seguro con mis GoRun. Decidí afrontar en mis primeros kilómetros el peor terreno, tanto por ser asfalto como por la pendiente, ya que siempre tendía a subir y con algún que otro repecho duro, pero todo sin dejar de disfrutar de la sensación de la lluvia mojándome la cara.

Otra motivación más es la sensación de soledad, con la lluvia las calles parecen vacías y los caminos solitarios, sinceramente si este deporte no me hubiera enganchado tanto, hoy me hubiera quedado en casa y al ver a alguien corriendo con este día pensaría que estaba loco. Pero eso es lo emocionante, lo atractivo de este deporte, hacer lo que nadie hace, saber que muy pocos disfrutan de verdad de las mismas sensaciones que recorren mi cuerpo cuando doy cada paso bajo la lluvia.

Pasan los kilómetros y cambiamos el terreno, del asfalto y las calles, ahora puedo disfrutar de caminos de tierra o mejor dicho de barro, pero sin lugar a dudas un terreno mucho más divertido y con unas vistas espectaculares, prometo la próxima vez compartir con vosotros alguna fotografía para ver las vistas desde los caminos de Torrejón.

Son 5 kilómetros lo que me quedan para terminar con terreno favorable, disfruto del paisaje y saludo con un "vamos" a los dos corredores que me cruzo, aunque sin obtener respuesta, sigo hasta los dos últimos kilómetros donde decido subir el ritmo, buscar sensaciones, bajamos de 5:30 a 5:00 min, las pulsaciones de 160 a 170, pienso que siempre hay que darlo todo en cada momento, sí te sientes bien tienes que exprimirte, a mi me gusta acabar los entrenamientos siempre con la sensación de que me he quedado vacío, así es mi último kilómetro, al máximo con una recta de 500 metros, sacando toda la fuerza que me queda, descargando la energía, simplemente disfrutando de la victoria de cumplir un entrenamiento más.

Mañana descansare, aunque siempre tengo en mente, salir a practicar mi pasión.

Sólo una cosa más, cuando os crucéis con otro corredor, no dudéis en saludar, pensar que es otro compañero de viaje, que disfruta como tu y como yo de este bonito deporte!!