jueves, 7 de marzo de 2013

Ni una sola gota

La tarde pintaba muy negra. Fue salir de trabajar y caer una tormenta que bien parecía el diluvio universal, tanta agua como para plantearse que lo de correr hoy seria un riesgo mas que un placer. Pero la cosa se calmo, durante el tiempo de buscar aparcamiento, llegar a casa, preparar la ropa, cambiarse y salir a correr, dio tiempo a salir el sol y volver a caer otra buena tormenta que ahora no solo era un torrencial de lluvia sino bastante viento, pero todo paso.

Salgo con unos breves rayos de sol, aún así con las armas preparadas para disfrutar del agua, mi chubasquero, la gorra y mayas largas. Los primeros kilómetros casi llanos, son para encontrar mis ritmo, mis sensaciones, saber si puedo ir a un buen ritmo o ir relajado sin mirar el tiempo. Opto por lo primero, empiezo con un ritmo de 5 minutos el kilometro, también el viento a favor hace que sea un poco mas fácil para mi correr a ese ritmo. Los siguientes kilómetros ayudan mas, el terreno empieza a picar hacia abajo y el viento sigue a favor, me encuentro bien, disfrutando y saludando a los 2 o 3 runner que se cruzan conmigo, el cielo sigue muy negro pero el agua no cae.

Pasados los 6 kilómetros, el terreno cambia, vuelvo a un terreno llano pero con el viento de costado, todavía lo llevo bien, las sensaciones son buenas, pero el ritmo comienza a subir, se que los últimos kilómetros me constarán mas con el viento en contra y quiero guardar energía.

Después del kilometro 7 me encuentro con la subida final, el terreno empieza a picar hacia arriba y con el inconveniente del fuerte viento de cara, mi ritmo empieza a bajar pero se mantiene en 5:40, la sensaciones todavía son buenas aunque ya empiezo a estar cansado, la piernas las tengo ligeras, quizás las Skechers ayuda a que la carrera siempre sea ligera.

Termino el kilometro 10 con una subida ya considerable, pero me fuerzo para que el ritmo no baje, solo me queda dos kilómetros y estos son en bajada, así que me preparo para forzar un poco el cuerpo y terminar los dos últimos kilómetros bajando de los 5 minutos.

Los 2 últimos kilómetros son geniales, los que mas disfruto, aun que siempre con cuidado ya que las calles con el agua están un poco resbaladizas, pero acabo con muy buenas sensaciones, con fuerza y sabiendo que con un ritmo mas lento podré correr la media maratón sin problemas o eso espero.

Después de unos estiramiento camino despacio y relajado a casa y mirando al cielo, después de prepararme para el agua, casi sale el sol.

Ahora solo me queda descansar y pensar que voy por el buen camino para poder terminar el medio maratón de madrid.

 

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