martes, 4 de junio de 2013
Vuelta a las calles
Después de más de un mes parado y con ansiedad por volver a salir a correr, ayer por fin, pude ponerme mis zapatillas y volver a pisar las calles para correr.
Ayer volví a sentirme un corredor, volví a encontrar mis pensamientos, esos pensamientos que me invaden en cada paso que doy, aunque todavía no estaban al 100% en mi mundo. Por cada paso que daba pensaba en cómo reaccionaría mi pie. Cualquier ligera molestia que sintiera, mi cabeza se ponía en lo peor, no olvidaba el miedo de volver a tener que parar, de volver a lesionarme.
Paso a paso el miedo era menor, sin dejarlo de lado, ya que sobre todo quería hacer las cosas bien, sin apresurarme, pero cada kilómetro que pasaba me sentía mejor, me olvidaba de los miedos, solo disfrutaba de eso que hace más de un mes no recordaba lo que era.
Fueron tan solo 6 kilómetros, a un ritmo muy tranquilo de 7 minutos. Casi todo el tiempo que estuve corriendo, no deje de tener las sensaciones de querer ir más rápido, pero tuve la paciencia de aguantar, de saber que en unos días volvería a disfrutar completamente de mi ritmo habitual, de no preocuparme si hago 6 o 10 kilómetros, de que ahora sí que volvía de nuevo a las calles, de que en pocos días más, estaría corriendo por esos caminos que he descubierto paseando.
Ayer volví a escaparme de mi rutina, otra vez me reencontraba con esos sentimientos que surgen en cada paso que doy cuando corro. De nuevo volví a ese mundo dónde sólo estoy yo, dónde en el tiempo que estoy corriendo no existe ruido. Hay veces que siento, que no necesito nada más que mis zapatillas, un camino que recorrer y a mi mujer esperándome al final del camino.
Ahora espero poco a poco volver a mi rutina, volver a hacer kilómetros, empezar a prepararme para correr mi primer maratón, retomar mis sueños e ilusiones, volver a sentir los caminos y las calles, volver a ser yo mismo, volver a sentir y disfrutar.
Ahora ya estoy de vuelta.
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