Después de muchos meses sin escribir en el blog, hoy vuelvo con energía renovada. ¿Pero por qué esta larga ausencia?. La desmotivación es la gran culpable de que estos meses haya abandonado por completo el blog. Es esa gran rival que todo deportista o persona teme encontrarse en su camino, en su vida deportiva, laboral o sentimental. Son momentos en los que no te apetece hacer nada, pierdes la ilusión por esas metas que al principio las veías tan claras, los caminos se tornan borrosos y cada día cuesta más levantarse y seguir la rutina.

Este fue mi caso, la perdida de ilusión. Realmente cuesta volver a encontrar esa ilusión esas ganas de volver hacer lo que te gusta, a volver a sentirte bien por aquello que te apasiona, cuando tu ánimo esta bajo las cosas se ven muy negras, no veía ningún futuro más allá del día a día y me costaba horrores ya no siquiera salir a correr, si no levantarme de la cama y seguir mi rutina diaria.

¿El como se llega a esa situación? o ¿Como llegue yo a sentir esa desmotivación? Supongo que es un poco de todo, sentirse atrapado en lo que haces, lo que sientes y en como eres, fue mi gran muro. Ver que en el trabajo las aspiraciones se tornan negras, que sabes que puedes aspirar más, que no estas lo suficientemente valorado y que te sientes pequeño cuando sabes que eres grande, creerte que no vales lo suficiente para conseguir todo aquello que quieres, mi cabeza me repetía una y otra vez lo que quería ser y pensaba que nunca será, levantarte con ganas de volver a casa para descansar y desconectar, aunque lo único que haces cuando regresas a casa es sentarte en el sillón, pensar en muchas cosas pero no tener fuerzas para luchar por ellas.

Sin embargo un día te levantas, no sabes muy bien por qué, pero el chip te ha cambiado, ves las cosas de otra forma vuelve esa ilusión perdida, la mente vuelve a trabajar junto con el corazón y vuelves a aspirar a esos sueños y esas metas que tenias antes. Lo ves aún mas claro y ahora si que ya no estas dispuesto a volver a quitártelo de la cabeza. Ahora vuelvo a querer correr, a querer aspirar algo más y a no dejar de pensar que aquello que parece inalcanzable con ilusión, trabajo, constancia y tiempo se puede conseguir.

¿Como conseguir no desmotivarte? ¿Como no recaer en ese hoyo? Bueno el gran secreto es tener confianza en ti mismo, conocerte bien y ser muy constante. Marcarte objetivos y metas cercanas para poder conseguirlas e ir paso a paso. Variar la rutina diaria, intentar hacer cosas diferentes, pero por encima de todo hay que entrenar nuestro pensamiento positivo, podemos tener muchos malos días pero tenemos que intentar sacar siempre lo bueno de cada día. Con eso, no solo me refiero a temas deportivos, sino también laborales y personales, ya que todo va unido.