Y hoy cuando he acabado mi entrenamiento me he parado a pensar, en los 8km que he recorrido por las calles de Leganes, es posible que me haya cruzado con 8 personas que como yo, compartíamos en ese mismo momento una actividad, un deporte, una pasión o una forma de ver la vida. 

Puede que yo tenga las cosas muy idealizadas o que empatice demasiado con los demás, pero cuando salgo a correr a disfrutar de lo que a mi personalmente me apasiona, lo que a mi me hace sentir que la vida puede ser algo más que trabajar y tener preocupaciones, intento disfrutar de cada segundo de mi entrenamiento y cuando me cruzo con otra persona que como yo esta disfrutando de ese momento, no dudo ni un segundo en levantar la Mano para saludar y decir sin palabras, simplemente con ese ligero gesto, ¡ánimo!, un gesto, un detalle que no cuesta nada y que te aporta esa energía de pensar que hay muchos como tu, mucha gente que sale a correr como yo, con frío, lluvia, viento, calor, por la noche, por la mañana temprano, que se apunta a carreras, a maratones, gente con la que compartes en ese mismo segundo, no otro sino ese, una afición y que probablemente no me vuelva a cruzar con ninguno de ellos o quizás sí.

Son pequeños gestos que nos unen, que te hacen sentir que estamos en el mismo equipo, que no estamos solos, que no estamos locos y que sí lo estamos, no tenemos por que preocuparnos por que hay muchos como nosotros. Pero sin esos gestos, sin esos detalles, sólo hacemos volvernos, solitarios no querer abrir los ojos, levantar la cabeza y ver que en el mundo hay gente con las mismas aficiones que las nuestras, que podemos compartir pequeños momentos juntos, que hoy es un simple saludo y mañana puede ser una maratón juntos.

La vida puede ser siempre maravillosa sólo depende de que nosotros le pongamos las ganas de que así sea, con simples gestos, podemos hacer que la gente que nos rodea sea feliz, que con una simple mirada, sonrisa o palabra las personas que queremos guarden momentos nuestros para siempre, que quizás en tu vida recuerdes muchas cosas y olvides otras, pero te aseguro que siempre tendrás en tu cabeza y en tu corazón esos gestos y detalles que te hicieron sentirte feliz.

¿Y tu puedes hacer ese gesto?