Este fin de semana he podido disfrutar de mucho running y no solo porque haya tenido tiempo de disfrutar de nuevos kilómetros y nuevas vistas, si no porque además, el viernes por la tarde tuve la oportunidad de compartir unos momentos con Rafa Vega, que presentaba su libro "efecto maratón" y con otros apasionados de este deporte en la tienda Madrid Running Company.

El viernes a las 8 de la tarde estaba programada la presentación del libro de Rafa Vega. No puede llegar a esa hora para poder presentarme en condiciones, tanto a Rafa como a los demás corredores y aficionados que estaban en MRC para apoyar, preguntar y compartir experiencias con Rafa. Cuando llegue a la calle Infanta Isabel 21, dirección de MRC, eran las 8:20 y todo había comenzado. No conocía la tienda y a primera vista antes de entrar parecía menos de lo que en realidad era, al entrar me encontré con una tienda con mucho espacio y bien preparada en todos los sentidos, zona para estudio de la pisada, mostrador amplio y por lo que pude apreciar por la salida y entrada de corredores que venían de algún tipo de evento creado por los monitores de MRC, en un pasillo hacia el fondo de la tienda deben tener mucho más metros.
Según entre en MRC a mi derecha en una zona de sillones y sillas, se encontraban tanto Rafa, como todos los demás apasionados corredores que como yo habíamos ido para preguntar, escuchar las historias y anécdotas de Rafa, fuerón aproximadamente 40 minutos los que puede estar compartiendo y escuchando las vivencias e historias de Rafa y demás personas que allí nos encontrábamos, se había creado un ambiente familiar, parecía que nos conociéramos de toda la vida y eso es una de las cosas más bonitas de este deporte, la unión entre corredores, compartir nuestras sensaciones y opiniones, somos una gran familia donde en estas ocasiones nos juntamos para disfrutar de nuestra pasión.

Otra de mis grandes pasiones además de correr, es la lectura. Últimamente estoy encontrando muchos libros sobre running, sinceramente cada día me doy cuenta que este deporte esta reclutando mas adictos y apasionados, hay mucha más información, libros especializados, biografías, aplicaciones para móvil, accesorios, tiendas y corredores por las calles.


Esta semana acabe el libro "de que hablo cuando hablo de correr" del escritor Haruki Murakami, un libro donde Haruki nos cuenta en 9 relatos, su vida como corredor y como escritor, con humildad y abriendo las puertas de sus pensamientos y sentimientos. Con más de 25 años corriendo, casi los mismos que escribiendo, Haruki nos hace ver que las sensaciones de los corredores son las mismas, que todos sentimos lo mismo en muchos momentos y lugares, cada uno con nuestro ritmo y con nuestras distancias.
Yo por mi parte me he sentido muy identificado en cada pensamiento, en cada frase de este libro, un libro que recomiendo a todos aquellos corredores populares y a los que no lo son para que por lo menos por un instante logren sentir lo que algunos sentimos cuando salimos a correr.



Pero como os comentaba en mis primera lineas, hoy en día se puede encontrar una buen cantidad de libros sobre running, como por ejemplo el 3º libro de titulo "Efecto Maratón" del periodista Rafa Vega, donde en su 42 capítulos, encontraremos un mensaje de motivación, superación y su reciente experiencia en dos de las más importantes carreras del mundo, New York y Boston. Un libro que estoy deseando leer y que espero poder tener firmado por el gran Rafa Vega que estará presentando su libro este Viernes día 21 en la tienda Madrid Running Company.



Aún me quedan por leer otros cuantos libros que tengo entre mis manos y seguramente me queden muchos otros que descubrir en las librerías, desde aquí os iré contando cuales son mis recomendaciones y que me han parecido.

Nunca dejéis de leer, nunca dejéis de motivaros.

Hay días que me levanto por la mañana cansado, sin ánimos ni ganas de hacer nada. Levantarme y dar cada paso para salir a trabajar y a la rutina de siempre, últimamente se me hace cada vez mas duro. Me siento sin fuerzas, vacío, sin motivación.

Hace varias semanas me propuse levantarme por la mañana temprano, y antes de ir a trabajar, salir a correr y volver a tener ese momento de soledad, de escuchar mi interior, por las calles vacías de mi ciudad. Pero no puedo, no puedo levantarme. Es la primera vez que me cuesta tanto intentar una cosa y que al final no puedo conseguir. Ha habido días donde el despertador ha sonado a las 6:20 de la mañana, he sacado los pies de la cama, me he vestido para salir a la calle, pero no he podido salir, mi mente no esta preparada, mi mente me pedía a gritos que volviera a la cama, que no ha descansado los suficiente.

Últimamente no descanso bien, las noches se me hacen cortas, mi mente no para de trabajar, de pensar en todo lo que me rodea, buscando soluciones, asimilando decisiones, buscando una salida a esas preocupaciones. Tengo la necesidad de encontrar el camino que siempre he seguido con firmeza, quiero poder pasar el tiempo haciendo lo que quiero, con quien quiero y no pensar nada mas, solo disfrutar de ese momento que nunca volverá a pasar.

Corriendo encuentro esos momentos de soledad, hasta hace dos semanas, era así, era mi vía de escape, mi sensación de libertad, mi momento de soledad, mi momento de asimilar las cosas, de pensar en que voy hacer. No sentía los kilómetros ni los segundos, podría estar todo el tiempo que aguantara mi cuerpo corriendo, metido en mi mundo. No prestaba atención a nada, ha habido veces que he salido a correr y no me he acordado de como he llegado de vuelta a casa, me metía en ese mundo de mi interior y no me daba cuenta de nada mas, tan solo corría.

Pero ahora no puedo, ¿la razón?, cansancio. Demasiadas preocupaciones, rutina, no poder hacer las cosas como uno quiere, o más bien tener el miedo de hacerlas y arriesgarme, enfrentar esos problemas sin miedo, siendo yo mismo y haciendo las cosas como siempre las he hecho, arriesgando todo pero sintiéndome bien.
Hoy me siento como un animal enjaulado, quiero gritar, salir, luchar, no puedo ni quiero estar atrapado, quiero escribir mi camino, equivocado o acertado, pero quiero intentarlo, quiero volver a salir a correr para disfrutar, para tener la sensación de estar tranquilo.

Mucha gente se pregunta por qué corro... por qué algunos locos como yo nos apuntamos a carreras, leemos libros, compramos zapatillas y todo tipo de material para salir a correr. Nos lesionamos y al día siguiente queremos volver a salir. Yo lo necesito, no puedo explicar el por qué, pero lo necesito al igual que se necesita otras cosas, necesito salir a correr y quiero salir a correr, como quiero escribir las lineas de mi futuro de mi propia mano y de mis propios aciertos y equivocaciones.

Cuando lo pienso, cuando tan sólo un momento me paro, cuando me separo de este mundo y me meto por un segundo en mi mente, cuando me olvido de todos los problemas, pienso en esta vida que tengo, en cada momento que ha pasado, en como la vida se me escapa, en como los momentos van pasando, esos momento que ya no volverán... En los momentos que pueden venir, en el momento de estar ahí parado, tranquilo, sin hacer nada, sólo. Ese es el único instante que lo veo todo claro, ese instante donde, veo todo lo que quiero, donde veo la sonrisa que tengo a mi lado y que quiero tener a mi lado toda la vida, veo a las personas que quiero que estén siempre conmigo , veo todo a lo que quiero aspirar en la vida, veo esos miedos que tengo que superar, veo la motivación que me hace falta para tenerlo todo, veo esos limites de esta meta que tengo que cruzar, ahora tan sólo tengo que levantarme por la mañana y volver a correr.

Y esa es la respuesta a la pregunta, ¿por que correr?, porque soy yo.

Después de más de un mes parado y con ansiedad por volver a salir a correr, ayer por fin, pude ponerme mis zapatillas y volver a pisar las calles para correr.

Ayer volví a sentirme un corredor, volví a encontrar mis pensamientos, esos pensamientos que me invaden en cada paso que doy, aunque todavía no estaban al 100% en mi mundo. Por cada paso que daba pensaba en cómo reaccionaría mi pie. Cualquier ligera molestia que sintiera, mi cabeza se ponía en lo peor, no olvidaba el miedo de volver a tener que parar, de volver a lesionarme.

Paso a paso el miedo era menor, sin dejarlo de lado, ya que sobre todo quería hacer las cosas bien, sin apresurarme, pero cada kilómetro que pasaba me sentía mejor, me olvidaba de los miedos, solo disfrutaba de eso que hace más de un mes no recordaba lo que era.

Fueron tan solo 6 kilómetros, a un ritmo muy tranquilo de 7 minutos. Casi todo el tiempo que estuve corriendo, no deje de tener las sensaciones de querer ir más rápido, pero tuve la paciencia de aguantar, de saber que en unos días volvería a disfrutar completamente de mi ritmo habitual, de no preocuparme si hago 6 o 10 kilómetros, de que ahora sí que volvía de nuevo a las calles, de que en pocos días más, estaría corriendo por esos caminos que he descubierto paseando.

Ayer volví a escaparme de mi rutina, otra vez me reencontraba con esos sentimientos que surgen en cada paso que doy cuando corro. De nuevo volví a ese mundo dónde sólo estoy yo, dónde en el tiempo que estoy corriendo no existe ruido. Hay veces que siento, que no necesito nada más que mis zapatillas, un camino que recorrer y a mi mujer esperándome al final del camino.

Ahora espero poco a poco volver a mi rutina, volver a hacer kilómetros, empezar a prepararme para correr mi primer maratón, retomar mis sueños e ilusiones, volver a sentir los caminos y las calles, volver a ser yo mismo, volver a sentir y disfrutar.

Ahora ya estoy de vuelta.